A los Servicios Sociales de base, nos llega el aviso , por parte del colegio, de que un menor está teniendo un alto grado de absentismo escolar. Dicho menor, vive bajo la tutela de su abuelo Ginés, por lo que decidimos concertar una entrevista con él para ver si podemos conocer las causas por las que el menor falta al colegio.
Acudimos a una visita al centro escolar, a la que acudirá también Ginés. De esta manera, nos presentamos como trabajadoras sociales y conseguimos los datos necesarios para concretar una fecha con él en su domicilio y así poder realizarle la entrevista.
Decidimos hacerle la entrevista en su casa porque así se sentirá más cómodo y menos institucionalizado. Al estar frente a una persona mayor, es mejor que se encuentre en su entorno, de esta manera, le resultará más fácil hablar y abrirse a nosotras.
El lunes 12 de marzo de 2012 vamos al domicilio familiar a las 16.00h porque así estamos solas con Ginés, mientras el nieto está en el colegio.
Hemos decidido ir dos trabajadoras sociales, una de ellas para estar atenta a los aspectos relacionados con la comunicación no verbal y encargarse de hacer las preguntas; y la otra, para tomar las anotaciones pertinentes.
Lo primero que hacemos es saludarle respetuosa y calidamente. solicitamos que la entrevista se haga en una habitación en la que el se siente cómodo. Nos lleva a su salón, y se acomoda en su sofá. Para crear un ambiente cercano comentamos lo bonita y acogedora que nos parece su casa.
Comenzamos la entrevista, toda ella con una sonrisa y un tono amable que invita a la contestación de las preguntas, sin ningún tipo de tonalidad que pueda provocar en él una reacción ofensiva:
trab.social: Bueno, ya sabe el motivo de la entrevista. Nos gustaría saber qué tal está con su nieto.
Ginés: Bien, es muy buen chaval. Me hace mucha compañía. Es como su madre, muy pesado con la televisión y esas cosas.
t.s.: Lo normal para un niño de su edad ¿no? (sonrisa)
G.: Sí, sí. Es muy majico, cuando vamos al parque con sus amigos se porta muy bien.
t.s.: ¡Anda! va con sus amigos al parque, qué bien se lo pasará usted también viendo como juega.
G.: Sí, sí. Es una alegría chatica, una alegría.
t.s.: Y los amiguitos qué son, ¿del colegio?
G.: Bueno, alguno sí, pero la mayoría son vecinicos de aquí del barrio.
t.s.: ¡Ah! pero se lleva muy bien con los de clase nos han dicho las profesoras. Lo que pasa es que no va mucho al cole, ¿no le gusta estudiar mucho?
G.: Sí, sí, pero estudia aquí en casa conmigo mucho mejor. En el colegio seguro que no le enseñan lo mismo, y le ponen al fondo y no se entera y "na" eso no vale para "na".
Comenzamos la entrevista, toda ella con una sonrisa y un tono amable que invita a la contestación de las preguntas, sin ningún tipo de tonalidad que pueda provocar en él una reacción ofensiva:
trab.social: Bueno, ya sabe el motivo de la entrevista. Nos gustaría saber qué tal está con su nieto.
Ginés: Bien, es muy buen chaval. Me hace mucha compañía. Es como su madre, muy pesado con la televisión y esas cosas.
t.s.: Lo normal para un niño de su edad ¿no? (sonrisa)
G.: Sí, sí. Es muy majico, cuando vamos al parque con sus amigos se porta muy bien.
t.s.: ¡Anda! va con sus amigos al parque, qué bien se lo pasará usted también viendo como juega.
G.: Sí, sí. Es una alegría chatica, una alegría.
t.s.: Y los amiguitos qué son, ¿del colegio?
G.: Bueno, alguno sí, pero la mayoría son vecinicos de aquí del barrio.
t.s.: ¡Ah! pero se lleva muy bien con los de clase nos han dicho las profesoras. Lo que pasa es que no va mucho al cole, ¿no le gusta estudiar mucho?
G.: Sí, sí, pero estudia aquí en casa conmigo mucho mejor. En el colegio seguro que no le enseñan lo mismo, y le ponen al fondo y no se entera y "na" eso no vale para "na".
t.s.: Y por qué piensa usted eso, ¿se lo ha comentado el niño?
G.: No, no, no hace falta que me lo diga, yo eso lo sé.
t.s.: Pero, ¿por qué lo sabe usted?¿algún rumor?
G.: No, no, por qué en mis tiempos de estudiante era lo que pasaba. Y yo en el colegio sólo aprendí a cantar el Cara al Sol y... buenos palos me llevé por no ir a misa.
t.s.: Bueno, pero los tiempos han cambiado. Ahora a los niños o se les obliga ir a misa, ni tampoco se les trata con tanta dureza.
G.: Eso dicen ahora, pero antes tampoco decíamos nada por miedo y ni a contar aprendí, si no fuera por las clases que me daban fuera...
t.s.: Pero usted puede ir al colegio, a ver cómo es, y lo que hacen. Es que es importante para su nieto que acuda regularmente al colegio, y para usted, como tutor también. Es el motivo por el que nosotras estamos hoy aquí. Porque estábamos preocupadas.
G.: E.... hm...
t.s.: Mire, hacemos una cosa si a usted le parece bien, mañana por la mañana vamos los cuatro juntos al colegio, y cuando su nieto entre a clase, nosotras junto con el director, le enseñaremos el funcionamiento de las clases, los recreos, el plan educativo. Y podrá ver cómo su nieto está cuidado y atendido. ¿Le apetece?
G.: Vale, pero no sé si cambiaré de idea eh chatica.
t.s.: No se preocupe, lo importante es que usted vea como es todo aquello y entienda lo importante que es para su nieto aprender, y relacionarse con los compañeros del colegio.
G.: Vale, vale.
t.s.: Muy bien, entonces mañana a las 9h cuando entren al colegio, vamos todos juntos.
G.: Sí, sí.
t.s.: Pues muchas gracias por todo, muy amable. Mañana nos vemos a las 9h.
G.: Adiós, adiós.
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